En el primer plano encontramos a María adorando al niño, quien se encuentra custodiado por un ángel, del lado izquierdo se aprecia un hombre quién devocionalmente lleva regalos al divino infante. El niño, obsrva el rompimiento de gloria donde angeles y querubines, que desansan sobre una especie de nuve negra, se acercan a adorale al igual que los personajes del segundo plano: tres mujeres y dos hombes, asi como dos burros y un perro. Al fondo se aprecia una ventana que deja ver un monte y una especie de villa. En el extremo superior, se observa la misma cantidad de luz que alumbra a María, el ángel y el niño; hay que resaltar que la imagen de San José se ve tocada por la luz divina sin ser foco de atención de la misma.
En el primer plano encontramos a María adorando al niño, quien se encuentra custodiado por un ángel, del lado izquierdo se aprecia un hombre quién devocionalmente lleva regalos al divino infante. El niño, obsrva el rompimiento de gloria donde angeles y querubines, que desansan sobre una especie de nuve negra, se acercan a adorale al igual que los personajes del segundo plano: tres mujeres y dos hombes, asi como dos burros y un perro. Al fondo se aprecia una ventana que deja ver un monte y una especie de villa. En el extremo superior, se observa la misma cantidad de luz que alumbra a María, el ángel y el niño; hay que resaltar que la imagen de San José se ve tocada por la luz divina sin ser foco de atención de la misma.