Sobre un fondo neutro, el joven Cordero se presenta de medio cuerpo y en posición frontal con la cabeza ligeramente girada hacia la izquierda  mirando al espectador; con cabello corto, ondulado y peinado con esmero, la frente amplia, la ceja poblada, la mirada profunda, la nariz recta y con bigote y mosca que dejan a la vista sus labios.

Las tonalidades negras de su vestimenta parecen fundirse con cone l fondo abstracto y tambien oscuro del lienzo, del que destacan, por su luminosidad el rostro y las manos formando una diagonal al rostro. El pintor recurrio a la infalible composición piramidal, frecuente en el retrato renacentista, formada por la capa que casi ocupa las tres cueartas partes del lienzo.

Comentario

Su autorretrato muestra la imagend e un correcto y elegante caballero y no la vida de un joven con penurias viviendo el Roma, como era su caso, sin delatar ni su profesión, ni el ugar dodne se encotnraba vemos a un pintor que con el caracter arrogante y la alta autoestima que tenia siempre luchó por el reconocimiento oficial y público de su obra. Se trata de un autorretrato concebido a partir de los pirncipios del romanticismo y sus teorías sobre la genialidad, la inspiración, la libertad, la vocación y en particular sorbe el lugar privilegiado que el artista debía ocupar en la sociedad

El retrato fue mostrado en la segunda exposición de la Academia en diciembre de 1849, en los años cincuenta la casa de Decaen lo popularizó en una litografía, la pintura permanceio en la colecciópn de la familia del artista haciendo par cone lde su futura esposa, María de los Ángeles Osio, 1974 el INBA lo adquirió por  84,200 pesos a la señora María Elena Cordero de Magaña