Museo Nacional de Arte

La Divina Pastora




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La Divina Pastora

La Divina Pastora

Artista: MIGUEL CABRERA   (ca.1695 - 1768)

Fecha: s/f
Técnica: Óleo sobre tela
Tipo de objeto: Pintura
Créditos: Museo Nacional de Arte, INBA Transferencia, 2000. ExPinacoteca Virreinal de San Diego.
Descripción

 

María Teresa Suárez. Catálogo comentado del acervo del Museo Nacional de Arte Pintura Nueva España T. II pp. 145

Descripción

En un paisaje campestre, la Virgen pastora ocupa el centro de la composición; con su mano izquierda acaricia a una oveja y con la derecha sostiene una rosa; cuatro ovejas más están a sus pies, tres de ellas con rosas en sus hocicos. Detrás de ella se divisa un árbol, con campanillas azules entrelazadas. A la derecha hay un rosal en flor y a la izquierda, en un segundo plano, el arcángel san Miguel está a punto de lanzar su espada flamígera contra Leviatán, quien apenas se adivina; así pretende recuperar a la oveja perdida que corre al fondo. La Virgen usa una camisa marrón, una túnica roja, con una especie de sobrepelliz blanca (que en otros casos es un pellico de lana sin curtir), y un manto azul, además de un almaizal con listas azules; toda su vestimenta está decorada con aplicaciones doradas. Lleva el cabello suelto y su aureola remata con ocho rayos, que terminan en estrellas.

Comentario

  La Divina Pastora que se encuentra en la embajada mexicana en Moscú, a manera de comodato.

  La devoción a la Divina Pastora ya ha sido estudiada por Jaime Cuadriello en el primer volumen de esta colección.7 Se trata de una advocación que tuvo su origen en España, en 1703, en los escritos del padre capuchino Isidoro de Sevilla. Este fraile mandó realizar un óleo al pintor Alonso Miguel de Tovar con las características que, según la leyenda, la misma Virgen vestida de pastora le solicitó, "prometiéndole ayudar en sus empresas apostólicas. [... ] El retorno de las ovejas descarriadas al redil fue el fruto que excitó a los misioneros capuchinos a difundir la devoción a la Divina Pastora, como el mejor medio de convertir las almas."

  La asociación de los fieles con las ovejas está presente desde el Antiguo Testamento, especialmente en los Salmos: "Sabed que Yahveh es Dios, él nos ha hecho y suyos somos, su pueblo y el rebaño de su pasto" (100,3).Y después, en los Evangelios, los textos se refieren a Cristo como el buen pastor, que cuida de sus ovejas (Juan 10).9 En el caso de las pinturas con la advocación a la Divina Pastora, estos animales simbolizan las almas que se alimentan con las rosas del Rosario. En este caso, la flor (de la especie Convolvulus tricolora) que se enreda en el árbol se denomina "bella de día" y es común encontrarla representada en las naturalezas muertas holandesas del siglo XVII. Sabemos que la imagen original sevillana:

 [...] se llevó del lienzo a la talla [...]. Vestida con su traje de pastora por las monjas del convento de la Encarnación, en octubre de 1705, fue llevada en procesión de San Gil a Santa Marina. A partir de entonces hubo profusión de imágenes en lienzos, tallas, medallas, cuadros, estandartes y grabados. [...] Su sentido es esencialmente misionero y los principios de la devoción están dedicados a las poblaciones de infieles que no forman parte de la grey militante. Los capuchinos trajeron a América la nueva advocación como parte de su estrategia catequizadora.

 En efecto, fue una Virgen muy solicitada en los conventos de monjas, especialmente en los de las capuchinas españolas."