El rincón de una huerta plantada de tupidos árboles; sus troncos, ramas y hojas forman un entramado a través del cual una intensa luz solar se filtra y derrama sobre la tierra, definiendo su sustancia.  La pintura está resuelta a base de sutiles acordes complementarios de dorados y violetas y de verdes y rojos, que valoran y enriquecen el abundante despliegue de matices de verde en las hojas de los árboles.

La difusión del estilo impresionista en el ámbito académico ha quedado vinculada convencionalmente a la figura de Alfredo Ramos Martínez, según la historiografía oficial del arte mexicano.  Muy justo.  Se olvida, con todo, que no fue sólo Ramos Martínez quien practicó y enseñó aquella manera pictórica.  Otros maestros, tal es el caso de Herrera, también la adoptaron, y aún fueron más allá que él en el tratamiento expresivo del paisaje, como lo demuestra este lienzo construido a base de violentas pinceladas y de osadas combinaciones de color.

Hay en esta obra una violencia en los contrastes lumínicos y cromáticos y una texturación a tal punto enfática (en los grumos matéricos que pretenden simular las aglomeraciones de las hojas o la aspereza de los troncos y ramas), que la sustraen definitivamente de la placidez del academismo decimonónico para situarla ya en la tensa expresividad del arte del siglo XX.

El pintor dirigió la Escuela Nacional de Bellas Artes entre 1919 y 1920, tal vez por los años en que realizó el cuadro de Tizapán.  Esta pintura ingresó al acervo de la Escuela hacia 1934, fecha en que Pedro Galarza la ofreció en venta, junto con un lote de cinco obras de Herrera (entre ellas, Costureras, que también forma parte del acervo del Museo Nacional de Arte).  Por Una huerta en Tizapán se pidió la cantidad de $ 600 (Archivo histórico del Museo Nacional de Arte, expediente 1934-325).

Acervo de constitución del Museo, 1982.

Fausto Ramírez

BIBLIOGRAFIA FUNDAMENTAL

Báez, Eduardo.  Guía del archivo de la antigua Academia de San Carlos.  1867-1907.  Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1993, volúmenes I y II.