Después de una larga estancia en Nueva York, Rufino Tamayo decidió radicar en la ciudad de México en 1931, donde se incorporó a la actividad docente en la antigua Academia de San Carlos. Precisamente en esta época inició una relación sentimental y profesional con la artista tapatía María Izquierdo, quien había sido su alumna. ¿ En esta obra, el artista oaxaqueño se autorretrata en la figura de la izquierda y frente a él, a la derecha, se localiza María: ambos fuman mientras se miran fijamente a los ojos. Tamayo quiso retratar a Izquierdo como "una mujer de carácter pujante y compleja interioridad", donde destacan el contorno de sus ojos y la intensidad colorística de sus labios con los que detiene el cigarrillo, el cual se convierte en un elemento de afinidad entre ambos. ¿ El cuadro tiene una atmósfera nostálgica e intimista, profusa de símbolos personales. Hay figuras geométricas como esferas y cilindros acompañados de un reloj, elementos recurrentes en la iconografía del artista; así como un pedazo de fruta con semillas, la superficie de una mesa y los barrotes de una cama. ¿ El foco ¿símbolo de la modernidad citadina- divide espacialmente las figuras, determina la simetría de la pintura y ocupa un espacio notable. ¿ La composición encierra ciertos toques de luz en algunas áreas: la profundidad se observa gracias a una superposición de planos, en donde la paleta cromática emplea colores terrosos y rojizos que juegan con los negros presentes en las figuras humanas y los azules que enmarcan la obra. ¿ Este cuadro constituye una evidencia sobre la unión profesional y afectiva entre ambos pintores, la cual terminaría muy poco tiempo después. ¿ La obra ingresó al MUNAL como parte de su acervo constitutivo en 1982.
Dafne Cruz Porchini