Descripción

Pese a que esta tabla es considerada un fragmento, los rasgos de mujer madura y el atributo de su toca blanca parecen indicar que se trata de una representación de la madre de la Virgen María. Lo que ahora se pone en duda es la atribución que ostenta como obra de Baltasar de Echave Orio, hecho que resulta insostenible a la luz de las nuevas referencias estilísticas que se han vertido sobre su obra.

  Por el contrario, si se compara el rostro de Santa Ana con otros similares en la producción de Luis Xuárez, es factible que ahora pueda adjudicarse, de forma casi contundente, al nutrido catálogo de las obras manieristas de este pintor.2 Un cotejo entre el tratamiento que Xuárez imprime a los paños y la solución tan reiterada que da en sus pinturas a la cabeza de tres mujeres maduras (la misma santa Ana, santa Isabel y santa Teresa, que aparecen con testas voluminosas y rasgos muy marcados) sorprende y convence a primera vista acerca de este parentesco. Véase, pues, la relación que tiene esta pequeña tabla con las siguientes obras: La visitación (Museo de Guadalupe, Zacatecas), La ascensión de Cristo (el rostro de la Virgen, Museo de Querétaro), Santa Ana enseñando a leer a la Virgen (Museo de Querétaro), Santa Ana enseñando a leer a la Virgen (parroquia de Atlixco), Santa Teresa con monjas (Museo de Davenport, Iowa, Estados Unidos), Santa Teresa orando por las ánimas del purgatorio (Museo de Tepotzotlán) y la Elevación de santa Teresa durante una misa (Museo de El Carmen de San Ángel). La afinidad es aún más evidente si se confronta el cromatismo suave y evanescente de todas ellas. Existe otro detalle que me parece una razón de mayor peso para la adjudicación a Xuárez y que se aprecia en su Santa Teresa del Museo de Tepotzotlán, en esta obra la doctora de Avila goza de una aureola refulgente y nimbada de ráfagas doradas exactamente igual a la del rostro de Santa Ana.

  En otros momentos la obra quedó registrada como original de Alonso Vázquez3 y don Manuel Toussaint, que en un principio avaló esta atribución, años después, más escéptico, la dio como anónima pero contemporánea de Echave Orio.4 Siempre fue colección de la Academia e ingresó al Museo Nacional de Arte, procedente de la Pinacoteca Virreinal de San Diego, durante su apertura en 1982.