La Plazuela de Guardiola
Artista: CASIMIRO CASTRO (1826 - 1889)
Los mexicanos pintados por sí mismos (1853-55) junto con México y sus alrededores. Colección de Monumentos, Trajes y Paisajes (1855-56) -publicación a la que pertenecen estas dos estampas entre una treintena de vistas-, son los álbumes más importantes de su época. Sus ilustraciones, producto del sistema de estampación litográfica en serie, decoraron las paredes de muchos de los suscriptores, debido a que cada estampa y su descripción se distribuyeron a los clientes por entregas y en hojas sueltas. Estos dos volúmenes se complementan, el primero se refiere a los tipos humanos y sus menesteres, mientras que el segundo recrea los ambientes en los que se desenvolvía la población; plasmando los espacios más atractivos y concurridos de la capital al igual que de las cercanías rurales.
Las estampas de México y sus alrededores fueron impresas por la casa litográfica de Decaen y editadas por Ignacio Cumplido. Entre los artistas contratados para trazar este tipo de imágenes, destacó Casimiro Castro, quien ascendió en globo con la finalidad de abocetar desde las alturas las vistas de la ciudad. La imponente panorámica de la villa de Guadalupe, es un magnífico documento gráfico del complejo religioso. Al centro de la composición, se percibe la plaza y los alzados de las fachadas, torres y cúpulas del santuario Guadalupano, todo ello flanqueado por las casas homogéneas del poblado. El vertiginoso ángulo, a ¿ojo de pájaro¿, abre la panorámica en la que Castro enlaza la perspectiva arquitectónica y el paisaje serrano con maestría armónica. El artista captó y miniaturizó una congregación, en un aniversario de las apariciones de la virgen morena. Con el afán de registrar los aspectos conmemorativos y actos de fe de los mexicanos, el litógrafo se explayó en el trabajo detallista del dibujo.
Otra estampa espléndida de este álbum, es la que capta la vista -de poniente a oriente- de la plazuela de Guardiola en la calle de San Francisco de los Plateros y su desembocadura con San Juan de Letrán. La escena, lugar donde hoy se levanta la torre Latinoamérica, es un testimonio de los cambios que ha experimentado la fisonomía urbana de los espacios públicos más importantes de la ciudad. Asimismo, Castro supo captar con agudeza los diversos sectores de la sociedad decimonónica, con sus gestos, actitudes y apariencias, son recreados y dispuestos en convivencia inmersos en una escenografía de edificaciones históricas, como los deslucidos paredones del convento de San Francisco a la derecha, o la casa de los Azulejos ¿con sus mosaicos de ¿Talavera¿- que cierra la plaza al segundo plano.
El acervo del Museo cuenta con una docena de estampas que forman parte de México y sus alrededores; Colección de monumentos, trajes y paisajes, fueron donadas por el Patronato del Museo Nacional, A.C. en 1992. [Víctor T. Rodríguez Rangel]