Museo Nacional de Arte

Exvoto (San Sebastián)




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Exvoto (San Sebastián)

Exvoto (San Sebastián)

Artista: ÁNGEL ZÁRRAGA Y ARGÜELLES   (1886 - 1946)

Fecha: ca. 1910 - 1912
Técnica: Óleo sobre tela
Tipo de objeto: Pintura
Créditos: Museo Nacional de Arte, INBA Acervo constitutivo, 1982
Descripción

Atada a un poste, se yergue la figura lánguida de un joven semidesnudo, calzado con sandalias y aureolado por un círculo de estrellas.  Le atraviesa la tetilla derecha una flecha, adornada con plumas blancas y negras.  A la izquierda se arrodilla, en actitud orante, una mujer velada y de riguroso luto que une sus manos e inclina reverente la cabeza.  Una abstracta pared gris encierra a los personajes dentro de un cubo espacial mínimo.


Una ventana al Arte mexicano. Museo Nacional de Arte. CD ROM 1997. Fausto Ramírez

El tema cristiano del martirio de San Sebastián, que por siglos había servido de pretexto a los artistas para presentar un desnudo masculino de marcada sensualidad, sufre en este cuadro una variación a un tiempo inesperada y lógica. La amalgama de religiosidad y erotismo se torna todavía más explícita, merced a la conocida propensión de los modernistas a fundir ambos dominios, a menudo con propósitos transgresores.

Con todo, no resulta muy clara la idea simbólica que el pintor quiso expresar.  La pasiva languidez de la figura de san Sebastián contrasta con la firme severidad de la mujer postrada a sus pies, una paradójica e inesperada inversión de los roles sexuales tradicionales que se convirtió en lugar común del arte finisecular, así en Europa como en México (piénsese, por ejemplo, en El jarabe, de Saturnino Herrán).

La obra figuró, con éxito, en el Salón de Otoño de París, en 1911, al lado de La dádiva.  Según advierte José Juan Tablada en una crónica de 1911, el doble envío le valió al artista "ser admitido como miembro del Salón de Otoño, exceptuándolo de llenar requisitos reglamentarios".

Zárraga fue uno de los primeros artistas mexicanos que acertó a labrarse un prestigio internacional, estudiando y trabajando por muchos años en España y Francia:  estuvo en París, pensionado por el gobierno mexicano, entre agosto de 1906 y diciembre de 1909.  En 1911 regresó a Europa, ya por cuenta propia, y allí residió hasta 1941.

Ingresó al Museo Nacional de Arte en 1982 procedente del acervo del Museo de Arte Moderno, INBA.

 

Fausto Ramírez

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

BIBLIOGRAFIA FUNDAMENTAL

 

Tablada, José Juan.  Los días y las noches de París.  Crónicas parisienses.  Edición de Esperanza Lara Velázquez, Universidad Nacional Autónoma de México, México, 1988, págs. 105-110.

 

Luna Arroyo, Antonio.  Rescate de Angel Zárraga.  Edición del autor, México, 1970.

 

Angel Zárraga.  Catálogo de la exposición en el Museo de Arte Contemporáneo Internacional Rufino Tamayo, INBA, México, 1985.

 

 

 



GUÍA MUSEO NACIONAL DE ARTE Página 177 Ana Ortíz Islas

San Sebastián, obra simbolista por excelencia, presenta una mujer arrodillada ante un hombre cuya ya desnudez y rostro evocan una fuerte sensualidad, se trata del santo que fue flechado. La obra también se conoce como Ex voto debido a la cartela que está al fondo, en la parte inferior, y por la actitud y posición de los personajes. El artista pintó a la mujer en una tonalidad oscura a diferencia del santo, donde los efectos de luz son visibles y equilibran la composición. Esta obra, más ligada a un mundo literario y filosófico, evoca una atmósfera poética melancólica en la cual conviven virtudes y valores humanos. A su regreso a Francia en 1911, Zárraga fijó su residencia definitiva en París. Fue un año fructífero ya que presentó La dádiva y el San Sebastián en el Salón de Otoño. Su trabajo fue más que alabado por la crítica artística, por lo cual fue elegido miembro y jurado de la Sección de Pintura desde 1912, en el mismo salón. Zárraga tuvo una amplia producción artística: elaboró escenografías para teatro, escribió poesía y artículos periodísticos, e ilustró revistas, pero sin duda alguna fue en la obra mural donde alcanzó su fama y reconocimiento. Realizó numerosos murales para edificios públicos, privados e iglesias en París y la provincia francesa. En 1926 el ingeniero Alberto J. Pañi, entonces embajador de México ante el gobierno francés, le pidió decorar el Salón de Honor de la Legación de México en París, para lo cual pintó 18 tableros, de los cuales algunos se exponen ahora en este Museo. ¿ El San Sebastián ingresó al MUNAL como parte de su acervo constitutivo en el año de 1982. [AOI]