Museo Nacional de Arte

Fray Francisco de San José y Solier




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Fray Francisco de San José y Solier

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Fray Francisco de San José y Solier

Fecha: 1778
Técnica: Óleo sobre tela
Tipo de objeto: Pintura
Créditos: Museo Nacional de Arte, INBA Donación Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, 1992
Descripción

Descripción

El fraile dieguino pálido y tonsurado se acerca al rostro un crucifijo sobre el que deposita la vista y que sujeta con ambas manos. En el suelo se observa una disciplina de púas aceradas y un potro de madera salpicados de sangre, instrumentos de castigo y práctica ascética. A la izquierda descuella el escudo heráldico de Carlos III y a la derecha, el de las armas de la ciudad de México. La figura sirve de "bisagra" para la representación de dos escenas que ocurren en tiempos y espacios distintos. La primera de ellas, en el costado derecho, presenta una procesión de infantes destocados de sus sombreros y que, con un pendón al frente, cantan salves a la Virgen por las calles de Sevilla. Al abrigo de una posada y en brazos de su madre, el pequeño fray Francisco alaba también la visión celeste de la Inmaculada posada sobre una media luna. Del lado izquierdo, fray Francisco adulto, en compañía de algunos "sayones", representa una procesión del vía crucis en un paraje de las islas Filipinas llamado Maralaya. Al fondo, tras un gran peñasco, se distingue la arquitectura de un convento y la silueta de un fraile agustino en la puerta. 

 

Comentario

Tal como informa la apretada cartela, fray Francisco de San José y Solier (1605-1675), misionero dieguino oriundo de un pueblo vecino a la ciudad de Cuenca, España, llegó en brazos de sus padres a la Nueva España con poco más de un año de edad, no sin antes dar pruebas muy precoces de su amor y defensa del misterio de la Inmaculada Concepción. En la primera escena, descrita con anterioridad, se le representa como un niño de pecho de 1 j meses de edad, en vísperas de embarcarse para América. Para sorpresa de su madre comenzó a hablar y de su boca se oyeron las siguientes palabras: "Todo el mundo en general, a voces Reina escogida, diga que sois concebida sin pecado original." Con esta proclama se sumaba a la procesión de infantes que vitoreaba a la Virgen La inscripción que se lee en la filacteria superior está tomada de san Mateo y puesta en boca de Jesús resulta muy a propósito, ya que confrontada con la vida del "venerable" es una suerte de anuncio que allí tuvo verificación: "De la boca de los infantes y niños de pecho es de donde te procuraste la más perfecta alabanza."

  En la escena que se desarrolla a espaldas de la figura principal se presenta ya como predicador en las islas Filipinas. Para dar fe del ardor con que abrazó la vida de penitencia y aislamiento, se le sitúa en su retiro eremítico y como parte de un "paso" que pone de manifiesto la entrega con que se decía "esclavo" de María e imitador de Cristo: con la cruz a cuestas (y, como aseguran sus biógrafos, llevando al cuello un collar de estaño en el que se hallaba grabada la inscripción: "Soy esclavo de la Virgen Madre de Dios concebida sin pecado original"). Murió asistido por los mismos infieles que en su esfuerzo convirtiera y su cuerpo permaneció incorrupto. Su vida era, entonces, un testimonio más del gran celo con que profesaban los franciscanos de todas las reglas la pureza de la encarnación de María en el seno materno, desde sus formulaciones teológicas, hasta en sus constituciones y votos de profesión.

  Los escudos del rey Carlos III y de la ciudad de México, puestos al calce y guarneciendo la figura, pretenden reclamar para sí los méritos de este hombre: las armas del rey por haber promovido ante Clemente XIII el patrocinio universal de la Inmaculada para todos sus dominios, y las de la ciudad de México, por haber dado formación y patria espiritual a este varón de vida apostólica.

  La obra debió formar parte de la comunidad de franciscanos descalzos reformada por san Pedro de Alcántara, como lo dice la cartela, aunque no aclara si fue para el recinto frontero a la Alameda de la ciudad de México o para la casa de Churubusco. También asegura que es una "copia", lo cual explicaría el supuesto anacronismo en homenajear las virtudes de este fraile que vivió un siglo antes de la fecha del cuadro. Además debe guardar relación con otra que se guarda en las reservas del Museo de Nacional del Virreinato en Tepotzotlán, el Retrato del venerable fray Vicente de San Joseph, firmada por Juan Correa, y que no sólo se sirve de un mismo esquema de composición sino que también representa a otro predicador de San Diego oriundo de Sevilla y mártir del Oriente.1 Por todo eso pienso que si desde el último cuarto del siglo XVII los dieguinos estaban empeñados en formar una galería de sus misioneros más notables, ya mártires o ascetas, cosa que coincide además con la edición de la crónica provincial de Baltasar de Medina de 1682, este cuadro debe ser copia de uno más antiguo hasta hoy desconocido.2 Ahora bien, en el cuarto final del siglo XVIII, cobraba nueva actualidad merced a un sermón que exaltaba su memorioa,3 pero, sobre todo, por la efeméride inmaculista ligada a los intereses del rey borbónico: el patrocinio de María Inmaculada sobre sus posesiones de ambos mundos. Ese es el sentido, además, de blasonar la figura con los escudos. Aunque los rasgos físicos del retrato debieron ser copiados con cuidado, se nota que es obra de una mano inexperta o limitada, tanto en el dibujo c o m o en la perspectiva y la paleta.

  Fue adquirido para el Museo Nacional de A r t e con recursos del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, en la subasta de las Galerías Luis C. Morton del 20 de mayo de 1992.

 

Inscripciones

Cartela:

El Sro. Ds. F Franco. de Sn.Jphj Solier natural de Cañaveras, JurisdicciS d la Ciudad y Obispado de Cuenca Reyno de Toledo. Este Ve. Apostolico Pe.fue Aquel Venturoso niño q, a los 15 meses de nacido hallándose sus PP. en la ciudad de Sevilla de transito para esta nueva España, estando en la casa de su posada teniéndolo su devota Me. en los brazos dándole el pecho: paso por la calle una grande multitud de niños ricamte. vestidos en jorma d esquadron victoreando la Purega Virginal de M". SSma. Sa. Ntra. y enfervorizada la piadosa Me. viendo el devoto empleo d. aquellos párvulos dixo a el suyo estas palabras quando tu hijo de mis entrañas serás victoreador de la Virg". SSma. como estos Angeles a cuyas palabras, solto el niño el pecho é yncorporado é los brazos de su Me. rompio los naturales grillos de aqlla informe naturaleza, prorrumpiendo e clara y robusta voz aquel atiguo elogio: Todo el mundo en general, a voces Reina escogida, diga q sois Cocebida sin pecado original. Dicho esto no sin assombro de todos: el niño prosigio tomando el pecho, y el esquadro de párvulos su camino, haviédo estado antes detenidos a voz ta alta escuchando atétosy admirados de voz de aquel tierno infante é breve elogio referida la alabáza de aquel Purissimo primero Ínstate llegará sus PP a Mxco. pr. los años de 1606 y é edad copetete tomo el Abito y professo Ntro. Seraphico instituto e esta S. Descalza Francna. Provia. de Sn. Diego de . e donde haviedo sobre salido tanto e virtud, y letras ilustró las cathedras de artes,y theologia con Magisterio varias Prelacias, co su gobierno y con su Prudecia el Difinitorio de esta Provia., de la q paso pr. la Obediencia a la de S. Gregorio de Philipinas de Comissro. Visitador, y Prel". en su capitulo y temeroso de la navegación se quedo con sus compañeros en ella incorporado (Medina Chronca. de S. Diego de Mexco fol. 187 num 696) de la que fue Vigessmo. Quinto Proal fue esteVron. APostol de aqllas Yslas en su evanga. Predicación, incansable en la oración continuo, entodo genero de virtudes exemplarissmo en sus cruelissimas penitencias se admiró en el otro pal [¿]mo de Alcantara. Traia al cuello una gargantilla de estaño y en ella esta inscripción gravada. Soi esclavo de la Virgen SSma. Ma. Concebida sin pecado original co consta de su penitente vida, q habiendo sido ta mortificada, como la diversidad de tormentos, q le dicto su espíritu fervoroso, le ayudaron a labrar su corona los muchos trabajos y persecuciones de los hobres e tanto grado y q con orden de su Prelado. Anduvo por 3as. Oculto, y fugitivo entre montes sin la mas leve qxa repitiendo siempre el elogio de la Purissima COncepn. De Ma. hizo pr. Fin asiento e los montes de Sn. Pablo, especialmte. En uno llamado maralaya, no pisado antes de otro algún Sacerdote en el q convirtió a muchos barbaros, e este le postaron tanto sus ms. Accidentes y trabajos penitencias y abansada edad q viéndose tan rendido, pidió a los indios lo llevasen a un Convto., el mas cercano de los RR. PP. Agustinos los q con mucha Charidad lo recibiero y administraron los Stos. Sacramtos. Volvierolo los indios a el retiro de los montes y habiendo llegado al de su morada, lleno de meritos, tomó nuevo camino para la Patria Celestial (como piadosamente. Se cree) entregand su Alma al Criador viernes, a 10 de Abril del año 1675 conservase asta hoy su cuerpo incorrupto. Ita comp. Hist. De Philip. Lib 1 cap. 87 et cap. 90 fol. 299 alva citut a Martinez in praed comp. id de Conceptione lib. 3 quest 6 artic. 582 Castillo in sussana 83 prolg. Num 18 y novissimte. El P. Lect. Oronsoro en el Fol. 2 de su Sermon impresso año 1762, de la Inmaculada Concepn. Predicado en S. Dieg de Mexco. En 27 de Tobre de 1761 en la Solemnissima función q se hizo pr aver sido electa Ma. SSma. En su Pma. Concepn. Pr. PatronaVniversal de los Domins. De España Conced. Pr N. SSm. Pe. Clemente XIII. A peticn. Del Sr. Dn. Carlos III. Se puso esta copia en este Convento. Siendo Ministro Prov1. No. Chrno. Ho. Y Pe. Fr. José de Mendiola y Guardian el Ho. Pr. Fr. Vicente José de Llano dia 15 junio de 1778 años.

 

Filacteria superior:

Math. 21 v. 16. Exore infantium, et lactentium perfecisti laudem. P[rocurabis] V.3

 

Filacteria derecha:

Todo el mundo en general, a voces Reina escogida, diga que sois concebida sin pecad original.

                                                                                     

 NOTAS

1 En su posición respecto al crucifijo estos retratos de hombres arrodillados recuerdan la iconografía más convencional con que se representa a san Antonio ante el Niño, san Diego de Alcalá ante la cruz y la de su propio reformador, san Pedro de Alcántara, ya arrobados o penitentes.

2 Rogelio Ruiz Gomar me informa que hay un cuadro contemporáneo y similar a éste en el interior de la casa de los franciscanos de la ciudad de Querétaro firmado por Miguel Ballejo. Vid. Rogelio Ruiz Gomar, "La pintura barroca en Querétaro", en Querétaro. Ciudad barroca, Querétaro, Gobierno del Estado de Querétaro, 1988, p. 220.

3 Fray Pedro Francisco de Oronsoro, Oración panegírica a María Santissima en su Concepción Inmaculada electa patrona universal por todos los dominios del rey catholico por la santidad de nuestro santissimo padre Clemente XIII, México, 1762. Vid. el comentario de Beatriz Berndt León Mariscal en: Memoria, México, Museo Nacional de Arte, INBA, 1995, núm. 6, pp. 102-103.

Imagen localizada en el catálogo de la exposición página 73