Museo Nacional de Arte

Milagro de San Francisco de Asís




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Milagro de San Francisco de Asís

Milagro de San Francisco de Asís

Artista: JOSÉ JUÁREZ   (1617 - ca. 1664)

Fecha: s/f
Técnica: Óleo sobre tela
Tipo de objeto: Pintura
Créditos: Museo Nacional de Arte, INBA Transferencia, 2000. ExPinacoteca Virreinal de San Diego.
Descripción

Imagen localizada en el catálogo de la exposición página 57, 248

Descripción:

"Las pinturas religiosas pueden relacionarse con las inclinaciones del artista: se sabe que él y su esposa eran terciarios de San Francisco y por tanto la especial devoción al santo casi obligaba a que hubiera una imagen en la casa familiar; así como la presencia de un Ecce Homo puede hacernos pensar en el tipo de religiosidad que expresa su pintura, en el misticismo que en ella refleja, pensamientos que pueden asociarse con el Cristo expuesto en la soledad de su dolor, que es el tema de este tipo de imágenes. Los paisajes quizá se colocaban en las habitaciones tal como aparecen en la pintura del Milagro de san Francisco de Asís (cat. 46), en la parte alta de los muros, como ventanas simuladas abiertas al paisaje exterior, de forma apaisada, tal como allí están." p. 56, 58

"En un ambiente de cierto lujo, se ve una mesa dispuesta para comer, a la que está sentado san Francisco, en cuyas manos se perciben con claridad las marcas de los estigmas. Como en todos los cuadros de Juárez, está representado como un hombre joven, de pómulos prominentes, barba y bigote, con sombras de venas azulosas en la sien. A la derecha del santo está sentada una mujer que lleva una llamativa cantidad de alhajas sobre el vestido de mangas acuchilladas, elemento característico del traje del siglo XVI: tela pesada, joyas cosidas a los vestidos, objetos costosos como perlas y piedras preciosas compuestos con ingenio. Ambos personajes parecen no asombrarse frente a la escena milagrosa, pues un niño que había muerto sale en ese momento de un baúl con unas manzanas en las manos. En cambio, los demás participantes manifiestan claramente su asombro por el acontecimiento. Presiden el interior de la casa dos elementos de clara importancia: por un lado, un cuadro con la imagen de una Virgen Inmaculada y, por otro, una vajilla rica. Mientras el primero habla de la devoción familiar, el segundo de su estatus socioeconómico.

En esta obra es muy evidente la preocupación por la perspectiva, posiblemente más marcada que en la mayoría de las obras de Juárez, donde la profundidad se consigue a partir de planos sucesivos como registros o bandas de luz. En cambio aquí, el mosaico del piso, las líneas de la mesa, la silla caída que marca con claridad las líneas de fuga, las líneas del arcón, las gradas donde reposan las vajillas, están en función de reforzar los planos de composición. Además, parece haber una relación armónica entre las distintas partes de la obra…" p. 247

…"La parte de más dinamismo del cuadro es la de la derecha, donde todo es agitación, seguramente para compensar el peso de los volúmenes fuertes y asilados de la izquierda…

Otra forma de compensación es el color: en el extremo izquierdo, una mujer lujosamente ataviada de rojo y verde, del otro lado de la mesa, una joven que sirve vestida de verde y rojo. En medio de ambas, la mesa parece una fantástica naturaleza muerta, como detalles como cuchillos, pan cortado, una naranja y un limón partidos, [sic] copas y jarros… Como en la mayoría de las obras de José Juárez, vemos que la paleta es restringida…

En el cuadro hay múltiples focos de luz. En general puede afirmarse que, sobre un tono general claro, hay un manejo arbitrario de la luz para conseguir efectos especiales.

En las manos de la mujer sentada al lado de san Francisco es notorio que se corrigió no solamente la posición, sino también el tamaño de los dedos. Estas manos son llamativas porque en principio parecen estilizadas, pero observándolas con cuidado puede verse que ambas palmas son excesivamente grandes y gruesas.

Es interesante analizar el tipo de atuendo de los protagonistas, pues evidencia el uso de un grabado antiguo… En fin, que el conjunto de la indumentaria se corresponde con la moda de fines del siglo XVI." p. 249-250