"Cargadas de intenso dramatismo y "Gélida plasticidad" (Beatriz Zamorano Navarro), estas obras están dentro del efluvio de figuras angustiantes que el autor produce a lo largo de la década de 1940. Una de ellas es la titulada La revolución, donde varias figuras flanquean el horror del hijo muerto cuyo cuerpo, en forma de arco, yace en el regazo de la madre piadosa."  (López Rodríguez, Arturo; p. 182)

"Tendida en arco sobre el vano arquitectónico, rodeada de dolientes, la figura remite al sacrificio de Cristo, y en específico al subgénero de la Lamentación de Cristo, imágenes de su cuerpo recién descendido de la cruz y llorado por las mujeres. Tanto El holocausto como La revolución son versiones laicizadas de las Lamentaciones y la Piedad…" (Moreno Villareal, Jaime; p. 27)  

"El arco inspirado en el cuero exánime de un hombre sobre el regazo de una mujer pieta) es la forma principal de una serie de obras cúspides de la "época blanca". Arco de un hombre que se dobla como imagen desfallecida, ante el embate del dolor y el sacrificio. Arco blanco, esclarecido por el grado de todos los tributos a un orden inconmovible y brutal y a las fuerzas de la materia y el mal. Tal figura es el elemento central de La revolución obra fechada en 1944. El hombre aniquilado aparece en el regazo de una piadosa mujer que inclina la cabeza. Un paño blanco cubre sólo una parte de su rostro. Tres mujeres a la derecha y tres a la izquierda las primeras con los brazos en alto y las segundas con gestos de dolor desesperado, evocan a las plañideras griegas. A lo lejos, hombres armados y un jinete, se alejan como figuras de empequeñecida escala, dejando la tragedia en primer término."  (Taracena, Berta; p. 66)

Museo Nacional de Arte; Manuel Rodríguez Lozano Pensamiento  y Pintura 1922-1955, Conaculta/INBA, México, 2011