Museo Nacional de Arte

La crítica




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Artista: JULIO RUELAS   (1870 - 1907)

Fecha: ca. 1907
Técnica: Aguafuerte
Tipo de objeto: Impreso
Créditos: Museo Nacional de Arte, INBA Acervo constitutivo, 1982
Descripción

Imagen localizada en el catálogo de la exposición página 19, 87

Descripción:

"En Julio Ruelas (UNAM, 1976), su excelente investigación, Teresa del Conde habla "de ese tipo de belleza que no está únicamente en el criterio formal, sino en la interrogantes que es capaz de suscitar independientemente de sus relaciones con corrientes artísticas, países o épocas. Esas interrogantes mantienen hoy el diálogo con Julio Ruelas, en el centenario de su muerte. Él, según creo, se retrató a sí mismo de modo magistral en dos piezas, La crítica y la Medusa. En ambas, el cráneo es invadido o por una criatura de sombrero y aire académico provista de un aguijón o por el monstruo que surge del cerebro de alguien que es casi necesariamente Ruelas.

Esa tortura, ese martirio, resultan tan vívidos ahora porque, entre otras cosas, marcan o delimitan una obra específica, la del artista al que se podría identificar con los versos de otro de sus poetas admirados, Félicien Rops…" p. 73

"El aguafuerte La crítica, al que incluso José Clemente Orozco –detractor y a la vez seguido bajo otro enfoque del simbolismo y sus secuelas- calificó de magistral, es la obra más conocida de Ruelas La idea de realizar un autorretrato bajo este enunciado debe haberlo obsesionado desde los inicios de su vida artística, ya que hay varios antecedentes que apuntan a esta obra definitiva que constituye su legado final. A diferencia de los autorretratos realizados en 1900 y 1902, aquí Ruelas no hace la menor concesión a su fisonomía devastada. Interrumpida a la altura del cuello, la cabeza es la de un hombre marcado, usado, envejecido prematuramente, atormentado e impotente ante la embestida del engendro que simboliza la crítica; una crítica dirigida hacia su propia condición interna, hecha con espíritu lúcido y desesperanzado, probablemente culpígeno. El movimiento de las espirales del fondo negruzco que circunda el rostro repercute en los músculos faciales, que acusan también ritmos en espiral en la frente y el sombreado de los maxilares. La crítica propiamente dicha es un híbrido con sombrero de copa, derivado de los moscardones humanizados que acosan a La esfinge, pero aún más grotesco por encontrarse magnificado. Tiene grandes pechos de mujer, patas de ave como las sirenas originales representadas por Böcklin y un tremendo aguijón con el que pincha la frente del personaje, igual que si se propusiera taladrarla. El híbrido feminoide está montado a horcajadas sobre su cerebro, que, como si fuera de escasísimas dimensiones, es medido con una regla minúscula.

La crítica de Julio Ruelas alude supuestamente a "la crítica" en general o sea a los pequeños e insignificantes "jueces" que tratan de pronunciar sobre la obra de arte. Pero la crítica es su obra emblemática y sin duda alguna está dirigida también contra sí mismo, es decir, se trata de una crítica de crítica y por tanto de "autocrítica". ¿Se reprochó el haber sucumbido al ennui que literariamente debió conocer a través de Baudelaire y otros escritores que frecuentaban el láudano y el hashish?" p. 86