El lenguaje plástico que Juan Patricio Morlete Ruíz
aplicó en el par de alegorías de los benditos corazones de la Virgen y Jesús
recuerda la disposición geométrica de calles y cuerpos de los retablos
barrocos. El equilibrio compositivo, la consonancia de las posturas de las
cabezas y el contraste entre figuras y fondo hacen de ambas piezas obras
singulares de devoción artística y mística. ¿ El corazón de Jesús,
alegoría que hizo Morlete sobre el sacramento eucarístico del cuerpo y la
sangre de Cristo, recrea un corazón que flota en el espacio, rodeado por una
corona de espinas, una llaga sangrante en el costado, una cruz inserta en la
parte superior y una hostia al centro donde se observa a Jesús crucificado. Los
personajes de los medallones laterales son jesuitas devotos del Sagrado Corazón:
san Ignacio de Loyola, fundador de la Compañía de Jesús, san Luis Gonzaga, san Felipe
Neri y san Francisco Xavier. En la par inferior se observa a la virgen María
acompañada por san Juan y María Magdalena, quienes la consuelan. ¿ En El
corazón de María el artista representó a la Virgen como si fuese un
recipiente de azucenas, flores que simbolizan la pureza. El sagrado contenedor
es atravesado por una espada, que le infringe el profundo dolor por la muerte
de su hijo. Las llamas que la rodean aluden al amor y son más intensas que en
su versión del corazón de Jesús. La figura que vuela sobre el corazón mariano
es la paloma del Espíritu Santo, la cual es observada con fervor por el propio
Jesús, acompañado de m Joaquín y santa Ana. Los ocho medallones que perfilan la
escena están enmarcados por roleos, y en ellos se distinguen las efigies de 97santas
de las principales órdenes femeninas, como Catalina de Siena, Gertrudis, Teresa
de Ávila, Rosalía y Rosa de Lima, quienes parecieran emerger de sus espacios
elípticos gracias a los sutiles halos de luz que rodean sus cabezas. ¿ La
armonía de la paleta de colores primarios enriquecida con los pardos terrosos
denota el conocimiento cromático que logró Morlete Ruíz en todas sus obras. ¿
Ambas obras se custodiaron por varios años en la Pinacoteca Virreinal de San
Diego. En el año 2000 ingresaron al MUNAL.