Imagen localizada en el catálogo de la exposición página 59
Descripción:
"Históricamente, la representación del paisaje nacional se ha caracterizado por cierto centralismo. El valle de México, franqueado por los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl, condensa el territorio nacional como su paisaje fundacional y primigenio. La épica de este paisaje fue trazada, como nadie lo había hecho, por José María Velasco en el siglo XIX. El paisaje, como un género narrativo, es expuesto en una descripción que Justino Fernández hizo del lienzo El Valle de México pintado por Velasco en 1877: "Es una alegoría del país, con los símbolos nacionales del águila y el nopal y en el centro de la composición la villa de Guadalupe, donde nuestra Señora con ese nombre tiene su santuario". Éste es el paisaje nacional centralista, cuna de poderes políticos y religiosos, y sitio de fundación mítica. Su importancia ha hecho que se siga recurriendo a él hasta la fecha cuando se busca englobar un paisaje nacional. No sorprende, por esto, que en ocasiones sirva como escenario para una serie de imágenes que buscan representar a la nación o a la patria. El valle de México sirve como fondo para una trinidad nacional extremadamente particular, pintada por José Bribiesca en 1949, compuesta por Cristo, el Escudo y una madre que alimenta a su hijo".
(Garza, Daniel, 2011, p. 58-59)