La Hormiga
Artista: JOSÉ MARÍA VELASCO (1840 - 1912)
A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, se generó una intromisión paulatina del desarrollo tecnológico-industrial en el paisaje mexicano, representada por ferrocarriles y moles fabriles como aquellas configuraciones ideales en las composiciones paisajísticas. El México rural se transformaba y a las vistas bucólicas se incorporaron vistas de imponentes fábricas emblemáticas del progreso prometedor como catapulta a la construcción de una nación moderna.
José María Velasco fue un precursor en el registro de los testimonios de este progreso: haciendas, trenes, presas, puentes y factorías. A sus 23 años plasmó en su taller, luego de varios dibujos preparatorios -sobre la localidad del sur poniente del valle de México-, los muros sólidos y deslucidos de la fábrica la Hormiga y su humeante chacuaco, símbolo de vitalidad. La exuberante vegetación de clima de montaña se afianza a las laderas de la cañada de San Ángel sesgada por la presa que libera una cascada y un arco iris al centro.
Un pastor corrige el rumbo de unas cabras en peligro de desbarrancarse junto a un imponente maguey que funge como elemento de la identidad geográfica local. Un hombre desde lo alto de la industria contempla el México primitivo y rural.
El registro de esta fábrica textil que existió en Tizapán de San Ángel, fue una de las primeras obras maestras del artista, quien ya se encumbraba en la consolidación de un colorido original, luminoso y sublime.