Museo Nacional de Arte

Flora y fauna del periodo Paleozoico Carbonífero. Evolución de la vida continental en el globo terrestre. Estudio geológico antidiluviano.




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Flora y fauna del periodo Paleozoico Carbonífero. Evolución de la vida continental en el globo terrestre. Estudio geológico antidiluviano.

David Álvarez Lopezlena

Flora y fauna del periodo Paleozoico Carbonífero. Evolución de la vida continental en el globo terrestre. Estudio geológico antidiluviano.

Artista: JOSÉ MARÍA VELASCO   (1840 - 1912)

Fecha: s/f
Técnica: Óleo sobre cartón
Tipo de objeto: Pintura
Créditos: Museo Nacional de Arte, INBA. Acervo Constitutivo, 1982
Descripción

Imagen localizada en el catálogo de la exposición página 46

Descripción:

"Velasco, desde luego, "traía lo suyo", como dice la voz coloquial; desde niño sus maestras y profesoras se quejaban de que al niño sólo le interesaba pintar y dibujar. En la Academia de San Carlos destacó muy pronto como ayudante y discípulo del maestro italiano cuya obra didáctica de dibujo y perspectiva ayudó a ilustrar. Además, hizo en la Escuela de Medicina estudios sobre la flora y la fauna nativas de México.

Con reveladora perseverancia, dedicó más de trece años a la investigación del "axolotl" o ajolote; (FIG. 16) estudió, además, el fruto conocido como "pitahaya" por sus previsibles beneficios a la industria. Se puede desprender de su obra que hizo estudios de ingeniería, urbanismo y aun geología –como dejan ver los títulos de algunos de sus cuadros: "Pórfido del cerro de los Gachupines", "Pórfidos del Tepeyac", (FIG. 48) Pórfido: palabra-contraseña entre los geólogos.

Esta formación tan solvente, así como los consejos de sus maestros y compañeros lo fueron encauzando hacia la realización de ese vasto designio artístico que cristaliza en esos lienzos, cuadros, paisajes cuyo común denominador es el valle de México. Entre tanto y a lo largo de los años, la mirada del artista se enriquece con el oficio del ojo científico, pues Velasco colaboraría con numerosos dibujos e ilustraciones para la revista mexicana La Naturaleza, fundada por uno de sus maestros, Manuel Villada.

No es raro que Octavio Paz aluda al artista como a una suerte de anfibio (axólotl) entre la ciencia y el arte.

Como quien no quiere la cosa, el artista va organizando un arsenal determinado por un afán de pureza y clasicismo y para desarrollar una obra específica: una anchurosa visión desvelada por medir el horizonte y por medirse con él desde una perspectiva aérea -uno de los temas tratados en el libro de Landesio.

Esta idea no es exclusivamente de orden pictórico y artístico. Es de índole espiritual o, si quiere peor, "mental".

(Castañon, Adolfo, 2013, p. 40)