Pablo O'Higgins, pintor estadounidense radicado en México, supo asimilar la historia y las costumbres de su patria de adopción. En esta pintura plasmó su interés por los habitantes citadinos, o bien por aquellos personajes que transitaban del ámbito rural al urbano. El fumador, vinculado con la figura arquetípica popular del "peladito", quien pertenecía al mundo urbano marginal de la ciudad de México en las décadas de los años veinte y treinta, permanece estático, sostiene plácidamente un cigarrillo y denota cierto orgullo en su porte; oponiéndose de alguna manera a la prosperidad y crecimiento citadinos. Sus pantalones arrugados están sostenidos en las caderas; viste una camiseta sin mangas y un sombrero, que personifican su carácter un tanto arrogante. Detrás de él aparece un muro grisáceo que sirve de fondo y reafirma plásticamente el espacio urbano. La línea del dibujo se denota en los contornos oscuros de la figura humana, en la cual se aprecian las texturas y las veladuras blancas y azules. Esta obra vislumbra la responsabilidad artístico-social de O'Higgins, quien logró captar de manera aguda los personajes y detalles que conformaban la cotidianidad urbana. Esta obra ingresó al MUNAL como acervo constitutivo en 1982.
Dafne Cruz Porchini