María Teresa Suárez. Catálogo comentado del acervo del Museo Nacional de Arte Pintura Nueva España T. II pp. 169
Descripción
El centro de la composición lo ocupa la figura de la Virgen, que es de mayor tamaño que las demás. Ella sostiene a Jesús entre sus brazos y lo envuelve con un lienzo blanco, mientras el Niño acaricia un borreguito con su mano izquierda y con la derecha otroga su bendición. A la izquierda se soma la figura de san José, con una vara en la mano derecha y parece mirar la escena completa desde un plano posterior, además de tener una escala menor que la de la Virgen, En el ángulo inferior derecho, san Juanito mira al Niño y lo señala con el dedo. En un primer plano, sobre la mesa cubierta con un paño verde, está colocada una cruz hecha con un delgado carrizo, y un cesto con asas contiene racimos de uva y un lienzo blanco. El fondo superior está formado por una composición de nubes en diversos tonos que se aclaran al centro, coincidiendo con el aro de la Virgen, Los colores predominantes son los diversos tonos de rojos y verdes, no muy vivos, caracteristicos del autor.
Comentario
A partir del renacimiento fue común la devoción a la Sagrada Familia, auque desde la época medieval se mostraba en el contexto de la Natividad. Su popolaridad se basaba emn el sentimiento de que en la vida de la familia Santa en Nazaret se unían el cielo con la tierra, convirtiéndose en un cercano ejemplo a seguir. Despúes, en el arte contrarreformista, adquiría el rango de una trinidad terrestre, bendicida por la trinidad celeste. En oaciones, el grupo fue ampliado para dar cabida a san Juan Bautista y santa Isabel, si bien esta adición no esta en modo alguno justificada por los Evangelios, según los cuales san Juan conoció a Cristo cuando lo bautizó en el Jordán. Pero las meditacioens del Pseudo Benaventura cuentan de que vuelta en Belén despues de la huida a Egipto, la Sagrada Familia se detuvo en casa de Isabel.
El tema fue ampliamente desarrollado por los artistas del Renacimiento italiano. En la Virgen de las Rocas de Leonardo, el Niño Dios, como si estuviera consciente de su función bendice a su primo como imagen msima de la humanidad. Por su parte, Rafael realizó innumerables e imaginativas variaciones sobre el tema de la Virgen y el Niño. Las caracteristicas de Rafael pueden aplicarse a la tabla de Andrés de Concha artista sevillano, pues en España se asimilaron las soluciones formales del clasicismo italiano a partir de la tercera y cuarta década del siglo XVI. En este sentido conectado con su arte clásifco que expresaba poderosas emociones y una armonía conientemente poetica. Los estudios de la pintura virreinal han relacionado esta tabla de la Sagrada Familia y San Juan co la pintura de Santa Cecilia. Don Diego Angulo, que ya se inclinaba por atribuirlas por atribuirlas a Andrés de Concha, las trata de manera conjunta. En efecto la pintura de Andrea del Sarto se inspira en los vigorosos dibujos de Rafael, pero con un mayor contraste entre luces y sombras. EN su obra del mismo tema, La Sagrada Familia Borgherini la luz se concentra en la figura d ela virgen y el niño y san José queda en un segundo plano casi a oscuras.
Los mismos personajes y con una disposición similar están presentes en una tabla del pintor sienés Beccafumi. San José se asopma por detrás de la Virgen y de lado derecho, san Juanito abraza a Jesús, quien, igual que en la tabla de Concha, acaricia un borrego. El artista español. sin embargo, centra nuestra atención en la figura de la Virgen, la cual expresa una mayor dulzura que en los ejemplos anteriores. San José ocupa aquí también un lugar secundario y aunque dirige su rostro hacia la Virgen no se sabe realmente a quién mira. Por su parte, san Juan que dirige su mirada al niño Jesús, parece salirse de la compoisición y se apoya en el marco de la pintura.
Andrés de Concha fue de los artistas más sobresalientes del siglo XVI español, que realizó una obra muy completa en la Nueva España. Si bien no firmó ninguna de sus pinturas, se concoe contratos y documentos que lo relacioan con la arquitectura y la ejecución de retablos, arcos triunfales y pinturas.
Para Guillermo Tovar, esta pieza ha sido clave para poder atriburr las pinturas de relablos de Coixtlahuac, al mismo artista, aunque muchas décadas antes Toussaint ya había relacionado las pinturas de este retablo con las de Yanhuitlán, obra de Concha también. Existe una relación directa en su colorido, así como en el tratamiento de las figuras con sus "manos largas, de dedos finos y espatulados, y con los dedos anular e índece juntos". De la misma manera, pueden aprecuiarse personajes muy semejantes al San José en las pinturas d elos retablos de Yanhuitlán y Coiztlahuaca. Esa manera de pintar y colocar la cabeza, de sugerir movimiento, me parece que es uno de los elementos más caracteristicos en la obra de Concha, pues nunca flata este personaje y también el niño Jesús es muy parecido al de las pinturas de los retablos.
En cuento a su procedencia, parece haber habido un error de interpretación que se ha repetido en textos sucesivos. La sagrada Familia que Couto sitúa en la Profesa no coincide con la descropción de nuestro cuadro. Esta es uan pintura de Baltasar de Echave Ibía. Existen datos acerva de que la Sagrada Familia de Concha junto al Martirio de San Lorezo, del mismo autor, pertenecieron a la colección de Antonio Gutiérrez Víctor, y un coleccionista de Tampico. La tabla de la Sagrada Familia y San Juan fue restaurada en 1871 por Huitradoo, bajo la dirección del pintor José Salomé Pina, el trabajo consistió en desprender el lienzo de su tabla, que esta apolillada y pegarlo sobre una nueva, lo que ha permitido su conservación.